Teorías apocalípticas (4)

Pauta y propósito de la historia. Los períodos de la baja edad media y el Renacimiento. Tal es el título del ensayo escrito por la investigadora Marjorie Reeves y del cual he extractado las que me parecen las mejores escenas (por importantes y/o graciosas) de la absurda película apocalíptica en la que estaban sumergidos el pueblo, la curia y los gobernantes medievales. Como se notará, los italianos se llevan el premio a los más desquiciados de la época (De algún lado tenía que salir Dario Argento). Ahora: ¿La película ya terminó? Por supuesto que no. Cada fin de siglo hay funciones y noches de gala cuando se terminan los milenios.
-Hacia 1260. Gerardo Segarelli crea el movimiento Hermanos Apostólicos, o Fraticelli, como se les conoce popularmente y que más tarde, y hacia su final, se llamaría también de los Dolcinos. Se consideraban como los nuevos hombres espirituales de los que hablaban las tesis joaquinitas y desarrollaron un concepto de “resto salvador”, en el que ellos serían los únicos fieles firmes ante la llegada del Anticristo, mientras que la mayor parte de la iglesia quedaría destruida. (Resultado: La hoguera)
-1260 (circa) Aparecen Los Flagelantes (quizá mis preferidos), movimiento compuesto por religiosos que se flagelaban (¡hermosos!) con la intención de salvarse del fin del mundo, imitando la pasión de Cristo. Uno de los signos que evidenciaban la cercanía del último tiempo, según ellos, era la peste negra desatada en Europa por esos días.
-1299. Arnoldo de Villanova escribió De tempore adventus Antichristi, en el que defiende con varios argumentos racionales (¡¡¡¿?!!!) la posibilidad de calcular el fin del mundo. La oposición a este texto la hizo Enrique de Harclay en De si es posible para los astrólogos o para otros calculadores determinar la segunda venida de Cristo. (¡Ah! ¡Cómo se divertían estos doctos!) De este debate se cree que provienen los Vaticinia de summis pontificibus, Profecias del sumo pontífice, en las cuales se aseguraba que, llegada la Ultima Edad, habría una sucesión de Papas angélicos, o quizá un único Papa angélico. El modelo de esta profecía se encuentra en el tiempo bizantino, en los llamados Oráculos de León el Sabio (Sí: la joyita parricida y sietemujeres del s. IX), quince profecías sobre emperadores enigmáticos, que no tenían, inicialmente, una temática escatológica, sino que le fue agregada en su adaptación a occidente, donde la figura de los emperadores fue cambiada por la de Papas.  (Por otro lado, desde el siglo VII existe la profecía del último emperador del mundo, cuyo origen se cree es Sirio. Relata la legada de un emperador que tendrá gran poder sobre el mundo, conquistará muchas tierras, contendrá  a los bárbaros y ofrecerá una época de paz (tranquilos, furibundos uribistas, la profecía dice textualmente que el emperador no será de tierras paisas); sin embargo frente a la inminente llegada del Anticristo, entregará su cargo a Dios, pues en  esa última lucha contra el súmmum del mal, no tendrá oportunidad.) 
-1310. Nicolas De Lira escribió De si es posible que sepamos si el Anticristo ya ha nacido (¿Necesita algún comentario adicional un libro con semejante título? ¿Necesita, de hecho, de páginas?).
-1378. Un joaquinita: Telésforo de Concenza, profetizó el surgimiento de un agente satánico que se presentaría como un emperador único y que elegiría a un falso papa. A ellos dos se opondrían victoriosamente el papa angélico y el rey de Francia. Paralelamente, de los restos del movimiento fraticelli, nace una profecía asegurando que la actual iglesia romana es la nueva Babilonia (¿Será Fernando Vallejo, fraticcelli?) y se espera que aparezca un “Papa santo coronado por los ángeles”.
-En Florencia, en un convento agustino, un círculo de religiosos se hace llamar Santo Spiritu. En él un ermitaño, Giovanni delle Celle, estudia las profecías del sumo pontífice e interpreta que la Bestia que aparece en ellas no es más que el Anticristo disfrazado de Papa (Esa sí es la profecía).
-1399. Aparece un nuevo grupo de penitentes llamado los Bianchi, que se concentraban en el drama final que se desarrollaría en Roma en 1400 (¡muy cercano!), donde aparecería un nuevo papa y habría paz y piedad en todo el mundo.
-1453. Según la escuela de profecías franco-italiana, el monarca perverso que vendría a traer la mayor maldad del mundo, se llamaría Federico, nombre del entonces Emperador del Sacro Imperio Romano. El Papa del momento, Nicolas V, tan atemorizado como esperanzado por la posibilidad de ser él el Papa angélico, se atrevió a visitar a Federico   III (mejor dicho: al que podría ser nada más y nada menos que el Anticristo) con el fin de preguntarle por su malévolo plan. Federico le contestó que su intención hacia la iglesia era buena, pero que si Dios disponía otra cosa, haría su voluntad. Es decir tomó una postura políticamente conveniente de creer y no creer al mismo tiempo, con la cual se desembarazaba de las molestas sotanas, sin renegar del todo de las profecías, cuyo poder demagógico era considerable.
-El fraile Savonarola se ganó un puesto en la historia alborotando al pueblo con la promesa, basada en fuentes bíblicas y ortodoxas medievales, de un inminente castigo que caería sobre Florencia, Roma y toda Italia; pero al mismo tempo lo combinaba con la tesis joaquinita de la Edad Bendita que, según su criterio, habría de seguir a continuación.
-1454. Domenico Mauroceno compila un libro de fragmentos proféticos. El núcleo de ese material es el Libelus de Telésforo.
-1492. Marsilio Ficcino, proclama en una carta la llegada de la Edad de Oro. Como signos identificaba el desarrollo de las artes, el florecimiento de las letras y la invención de la imprenta.
-1495. Pietro del Phino, general de los Camaldosi, le escribe a Mauroceno informándole de la visita del sabio Zenobius Accaiouli que le llevaba profecías, entre ellas una sobre el Papa angélico. 
-1496. Pico della Mirandola y Giovanni Nesi, seguidores de Savanarola, publican el Oraculo de Novo Saeculo, donde catástrofe y renovación se yuxtaponen con elementos de neoplatonismo, ocultismo y profecía medieval. La visión que tienen corresponde a una nueva Jerusalén Florentina, en la que se funden las tesis joaquinitas con la de la Edad de Oro.
Por esta época Carlos VIII llega a invadir Florencia, entonces los florentinos, basados en las profecías de Savanarola, creen que ha llegado (¡por fin!) el Anticristo y Florencia decide abrirle las puertas a su invasor. De hecho se cree que el mismo Carlos VIII llegó a creer en su función escatológica.
-1516. Silvestro Meuccio imprime en Venecia las tres principales obras de Joaquín. En su prologo habla de un devoto grupo de agustinos dedicados a estudiar las profecías, intentando leer los signos de la llegada del fin. Habla de Egidio de Viterbo, humanista general de los agustinos, quien apremió a Silvestro a publicar la Expositio In Apocalypsim de Joaquín.
-Esta es muy buena: A comienzos del s XVI aparece el Apocalipsis Nova, libro que declaraba que en Roma ya se encontraba el papa angélico... pero de incógnito (No es broma). Es atribuido al beato Amadeo de Silva y está escrito en forma de conversaciones con un ser angélico, con el que sostiene discusiones teológicas. A raíz de este libro salen varios cardenales con deseos de ser ese papa angélico. (Hay varias historias en cuanto a la lucha por la vacante. Eso sí: llenas de sangre, como corresponde a cualquier historia digna del Vaticano. (Véase (diviértase con) La puta de Babilonia, del fraticcelli citado arriba))
-De 1513 a 1521, León X oficia como Papa. Se dice que llegó a creerse el papa angélico y que varios de sus contemporáneos opinaban de la misma manera. Sin embargo, siendo un Papa de la familia Médicis y, por lo tanto , queriendo legar el papado a las siguientes generaciones de la familia, las profecías de fin de mundo eran un factor desestabilizador que había que controlar.
-1516. Se redacta el Supernae Majestatis Paraecidio, decreto que busca regular la predicación y que si bien validaba la profecía del sumo pontífice, no aprobaba a los profetas del momento.
-1517. El cardenal Sauli, quien también tenía aspiraciones de ser el Papa angélico, es acusado de conspirar contra León X. Fue arrestado y luego asesinado. Al parecer León X estaba preocupado porque le estaban aplicando la profecía a Sauli y no a él. Después del  “percance” con Sauli y en su afán de controlar el futuro regreso del jefe (Jesús), nombró el V Concilio Luterano con el propósito de desestimar las profecías de Savanarola. Aunque la misión del Concilio era desarrollar lineamientos que controlaran a los profetas apocalípticos, hablaba en términos proféticos, pues justificaba su labor como una tarea necesaria de preparación para la llegada del último tiempo.
-1519. Egidio de Viterbo escribe su Historia Vigenti Saeculorum, que pretendía ser una historia completa de la humanidad, incluido el fin del mundo (¿Se deberá a Egidio de Viterbo la existencia de Carlos Argentino? Como supongo que sí, quiero, en este humilde espacio (y aprovechando que sólo yo lo leo) y a casi cinco siglos de distancia, agradecerle la sarta de incoherencias que lo hicieron aparecer en algún libro de la biblioteca nacional de Buenos Aires). Egidio (Carlitos) en este texto rompe con las tesis agustinas y joaquintas del número de edades, pues propone diez antes de la encarnación y diez posteriores. Escoge el número diez por ser de especial significación en la Cábala. En este texto se señala a León X como el primer pontífice de la Edad de Oro y, para demostrarlo, ofrece estas pruebas irrefutables: tenía el número sacro (X), el apellido Médicis (curador de heridas) y el nombre místico de León. (Dale, Egidio. Lo que digas.)
-1526. Pietro Gallatino lee en términos joaquinitas la situación política actual. Carlos V y Francisco I estaban pugnando por Italia. Galatino profetiza que tras reconciliarse, Carlos dirigirá un ejército contra los turcos e inaugurará una nueva Edad Espiritual.
-1520-1530. 56 autores conocidos se interesaron por la profecía y la astrología y en Italia se publicaron 133 folletos sobre esos temas. 
-1532. Egidio, mi bello Egidio, escribe su última obra Scechina, traducida como La habitación de Dios en medio de los hombres. En ella se mezcla la cábala con una profecía de tintes políticos: le advierte a Carlos V que, de no atenerse a las advertencias de la voz divina, caerá el castigo sobre Roma y que, si quiere evitarlo, deberá asumir su papel profético de último emperador aliado de Dios. Esta obra es una de las últimas declaraciones de la literatura apocalíptica medieval.

Comentarios