"–Créame, no hay necesidad de remordimientos. Destruir es mejor que crear cuando no estamos creando cosas realmente necesarias. Entonces ¿hay algo tan claro y justo en este mundo por lo que merezca la pena vivir? (...) Mejor dejarlo andar y esparcir sal sobre la tierra, como hacían los antiguos para purificar los campos de batalla.
En el fondo lo único que necesitamos es un poco de higiene, un poco de limpieza, de desinfección. Estamos ahogados por palabras, por imágenes, por sonidos que no tienen ninguna razón de ser, que vienen y se quedan para nada.
A un artista, a uno verdaderamente digno de ese nombre, no debemos exigirle nada distinto a este acto de lealtad: Aprender a estar en silencio."
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