Sobre "La cacería", de Thomas Vinterberg

Thomas Vinterberg






     







El argumento de La cacería (http://www.imdb.com/title/tt2106476/) atrapa con facilidad (Al parecer un profesor bonachón de jardín infantil ha abusado sexualmente de varios niños, incluida la hija de su mejor amigo) y el director Thomas Vinterberg lo desarrolla imprimiéndole un alto grado de tensión, logrando así mantener el interés del público durante toda la función. Aunque esto pueda señalarse como un poco tramposo, un poco estrategia barata holliwoodense, resulta que la película va más allá de su argumento y más allá de las posiciones morales que pueda llegar a tratar. La cacería tiene como propósito hablar de Lukas, el personaje principal interpretado por Mads Mikkelsen. Por supuesto no es su única intención, pero sí es la principal. Y, entonces ¿quién es Lukas?
Lukas
     Cualquier reseña comenzaría con “Lukas es un profesor de jardín infantil que...” Y eso sería brutalmente reductor y miope. Lukas es muchas cosas más y la virtud de la película es contarlas sutilmente. Miremos el comienzo: Un grupo de hombres semidesnudos (y uno desnudo completamente) juegan en un pequeño muelle retándose entre ellos por quién será capaz de lanzarse al agua de un lago frío. Gritan y cantan. Uno de ellos está vestido y, aunque alegre, mucho más calmado: Lukas. Alguno de los salvajes (el que no tiene una sola prenda) se tira al agua. Más gritos. El hombre sufre un calambre y se queja. No puede moverse. Sólo uno de los otros se mete al agua para ayudarlo: Lukas. Lukas el civilizado y Lukas el buen amigo. Después vemos a Lukas en su trabajo. Es el profesor preferido de los niños del jardín infantil en donde trabaja. Juega con ellos y, muy importante, los trata como a iguales. Entiende su mentalidad, los apoya. Lukas el cariñoso y el inteligente. Luego descubrimos que es un hombre solo, que ha perdido a su esposa y a su hijo, que tuvo un hogar del que sólo ha logrado rescatar a la perra, su única compañía. Sin embargo está luchando por recuperar a su hijo y ese es uno de los aspectos principales a leer en la película: Lukas es un luchador. Un luchador silencioso, quizá un poco pasivo. El que se queda en medio de la lluvia sin guarecerse, esperando que pase.

   Entonces viene el conflicto, el testimonio de la niña que dice haber sido abusada por él. La acusación tiene el comportamiento de un virus que se riega en toda la comunidad y destruye el bienestar que hasta entonces reinaba. Lukas pierde su trabajo, a sus amigos, a su nueva novia con quien apenas está comenzando la relación, y pierde también la posibilidad de volver a vivir con su hijo. En medio del desastre Lukas se resiste a huir; por el contrario confronta a la rectora del jardín, al padre de la niña, a la mujer con la que ha comenzado el noviazgo. Lukas busca la justicia, la busca en los hombres, confía en que ellos se la pueden brindar. 

   Tras unos meses de investigación policiaca se demuestra su inocencia; sin embargo la pequeña sociedad rural en la que vive no lo perdona y de nuevo Lukas, testarudo, vuelve a confrontarlos (escenas del supermercado y de la iglesia) sólo que esta vez el buen Lukas agrede físicamente a sus opositores. Lukas el contenido, el civilizado, también explota y es furioso. Pasa un año y lo vemos en una reunión familiar. Al parecer los demás han entendido que Lukas es inocente y un perdón superficial rodea la mesa. Lukas se encuentra con Klara, la niña que ha estado a punto de destruir su vida. Lukas le ayuda a salir de un problema minúsculo, la trata con afecto. Lukas perdona, Lukas da a los demás (perdón y justicia) lo que espera de ellos. La familia sale de cacería y de repente alguien en el bosque le dispara a Lukas y erra el tiro (o quizá no lo erra, quizá sólo es un mensaje). Lukas cae asustado al piso, mira de frente a su victimario y lo ve alejarse. El último gesto de Lukas en la pantalla es ponerse de pie con orgullo, nuevamente.

Vinterberg escribió este personaje cargándolo de un fuerte componente moral, es el diagrama de lo que podríamos llamar un buen cristiano; sin embargo también le permitió transgredir su propia moral y lo llevó al punto en el que el personaje se niega a seguir poniendo la otra mejilla. Para recalcar las dimensiones del personaje, lo rodeó de seres que de alguna manera le son inferiores (Lukas es el único que sabe la verdad, Lukas es el único que otorga perdón, Lukas se les enfrenta y gana la partida, es más fuerte). Es tan importante para el director de La cacería su personaje principal que son frecuentes los primero planos sobre su rostro y la cámara le da un tratamiento especial a su mirada. Y por si fuera poco, para lograr una mayor complejidad, Vinterberg escoge para el papel de hombre bonachón e inocente a Mads Mikkelsen, un actor conocido por interpretar papeles de rudeza y testosterona elevadas (Casino royal, Valhalla rising, Pusher), un actor de rostro anguloso y pétreo, de ojos casi reptiles.
Mikkelsen en Pusher
Mikkelsen en Casino Royal
Mikkelsen en Valhalla rising

*****
Dos aspectos que no me gustaron de la película:
  1. Su pasividad visual. En una película de Thomas Vinterberg uno espera encontrar un mayor riesgo en el tratamiento de la imagen, algunas licencias poéticas, un toque bizarro y experimental. En La cacería todos los planos son eficientes, narrativamente eficientes.
  2. El uso de ciertos “trucos” narrativos para provocar emociones en el espectador. Me refiero, por ejemplo, a la muerte de la perra y a la imagen del hombre borracho y solitario en la noche de navidad. Así mismo también se me antoja efectista el final. El sorpresivo intento de asesinato en el bosque, cuando ya todo parecía estar en calma, provoca una conmoción tan grande en el espectador que al prenderse las luces del teatro se escuchan varios comentarios espontáneos del orden de “Qué peliculota.” Y sí, es una película excelente, sólo que la sorpresa al final ayuda a sobredimensionarla.

Así mismo dos elementos magistrales:
Klara
  1. El trabajo actoral. No sólo el de Mikkelsen que supo no quedarse corto frente a un personaje tan elaborado, sino también el de Annika Wedderkopp, la actriz que interpreta a Klara, la niña y que ejecuta una de las actuaciones infantiles que sin duda habrá de ser una de las más memorables del cine (De nuevo la mano de Vinterberg como guionista es fabulosa, pues creó un personaje que oscila entre la inocencia y la maldad). También se destaca el padre de la niña, interpretado por Lasse Fogelstrom, quien maneja muy bien el silencio y el gesto diminuto en las escenas de la iglesia y en aquella en que le lleva la cena navideña a Lukas.
  2. La luz. La cacería No es una película oscura como Submarino, la anterior de Vinterberg, pero tampoco es clara. En una cinta tan emotiva el director decidió manejar una iluminación fría que habla, quizá, del desierto humano, de la frialdad del corazón. La luz en esta cinta va del gris al azul.

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Y un poco de trivia:
  • El disparo del final es, originalmente, realizado por el hermano mayor de Klara. Sólo que Vinterberg decidió eliminar en la edición los planos en los que se mostraba directamente al muchacho disparando, para darle un final más abierto a la historia.
  • La película fue escrita pensando en rodarla en Canadá; sin embargo el presupuesto conseguido no lo permitió. Según Vinterberg filmarla en su propio país terminó dándole a la película un aura intimista que la enriqueció.

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