X. Z. (1898-1983) |
¿Qué
pasaría si pudiéramos revivir los momentos más importantes de nuestra vida?
Hacer de nuevo aquel viaje transformador, experimentar por segunda ocasión las
muertes que nos han marcado, o volver a conocer a las personas que harán parte
fundamental de nuestros días; pero no de una manera ingenua, sino sabiendo que es
un rehacer la experiencia, sabiendo lo que está por suceder. ¿Habría sorpresa
de nuevo? ¿Es que acaso es posible que la sorpresa estalle más de una vez por
el mismo evento?
Hoy vuelvo a un libro que ha sido uno de mis momentos más
importantes: El tiempo, de Xavier
Zubiri. Quizá haya olvidado todas sus líneas, leídas hace un par de años; pero
no he olvidado su tesis central, ni la poderosa sensación que me produjo (una
sensación comparable sólo con esos pocos momentos de la vida en los que tenemos
la certeza de estar viviendo algo que cambiará nuestro mundo) cuando lo leí por
primera vez. Vuelvo a él cargado de la experiencia y de mis notas de aquella
época, vuelvo quizá más preparado, con el morral mejor provisto; y ¿entonces
cómo es posible que tan sólo la breve introducción me obligue a cerrar el
libro, sorprendido y fascinado, como si nunca me hubiera acercado a la idea de
la “minimidad” del tiempo? Primero pienso que es una de las diferencias entre
la vida de los libros y la vida física: a los libros se puede volver sin
modificar lo que ellos son (ni siquiera nuestra experiencia previa los
modifica, lo escrito sigue escrito, letra por letra, coma por coma), a la vida
pasada no. Pero no es sólo eso. También se debe mi sorpresa a una tara
intelectual propia, a la debilidad de mi memoria que tantas veces he lamentado.
Una debilidad que me permite, me doy cuenta ahora, mantener cierto estado de
ingenuidad y, así, volver a vivir la alegría de ser sorprendido, volver a
sentir que Zubiri me reta, que su libro es un muro que quiero escalar.
Lo que me propongo ahora es emprender de nuevo el ascenso,
pero detenerme cada que lo sienta necesario y, entonces, hacer una escala corta en este
blog. Por lo general aquí escribo sensaciones finales sobre los libros después
de haberlos leído. En este segundo viaje será la primera vez que haga algo
distinto.
Aquí la primera escala:
La minimidad del tiempo. Dice Zubiri que la definición del
tiempo ha producido incomodidad en la historia de la filosofía (¿Qué es, pues, el tiempo? Si nadie me lo
pregunta, lo sé; pero si quiero explicarlo a quien me lo pregunta, lo ignoro.
San Agustín. Confesiones). Aventura
dos explicaciones posibles a dicha incomodidad: Por un lado la pobreza intelectual
de los filósofos frente a la magna realidad del tiempo; por otro, la posibilidad de
que el tiempo, en vez de ser aquella realidad magna que todo lo cubre, sea más
bien “algo que tiene mínima realidad; tan mínima, que empieza a carecer de
sustantividad.” Mejor dicho: No se puede decir mucho de algo que es poco. Y
cierro el libro y me sorprende la belleza de esa idea, la belleza
revolucionaria que tiene. ¿Entiendo lo que Zubiri quiere decir? No estoy
seguro. Trato de aventurarme a entenderlo.
Digamos que la realidad posee tres elementos: Tiempo, Espacio
y Materia.
Pensemos
pequeñamente en la materia:
La materia ocupa espacio, en sí misma es espacio y, además,
está en el tiempo. La materia fuera del espacio y del tiempo es inconcebible.
Ahora
pensemos en el espacio, tan sencillamente como lo hicimos con la materia:
El espacio, por su
parte, es materia en cuanto es recorrible (incluso el vacío es
recorrible) y, además, está en el tiempo. El espacio fuera del
tiempo y sin ser materia es inconcebible.
Pero
con el tiempo sucede algo distinto:
Se puede concebir el tiempo sin que medie la materia y sin
que medie el espacio.
¿Se referirá a esto Zubiri cuando habla de la minimidad de
la realidad del tiempo? ¿A que su realidad no se constituye de espacio y materia,
sino que consigo misma se basta; que no requiere de tres elementos sino sólo de
uno: él mismo?
Me acomodo un poco mejor el morral a la espalda, miro la
cima de la montaña, luego el suelo bajo mis pies y doy el primer paso.
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